"Voces
"
Ejemplo de composición con collage de siluetas
para actividades con los alumnos de educación plástica.


Escucha activa y meditación.

(Extracto de disertaciones en la universidad)

"...desde el punto de vista del oyente, la utilización de música para meditar me recuerda o me parece análoga en cierta medida al uso de drogas. No creo que debamos abusar de ellas, sino considerarlas, citando a Claudio Naranjo en Entre Meditación y Psicoterapia, como la "sal y pimienta de la meditación, más que el pan y la mantequilla". Una especie de lubricante, en estímulo especial del que no debemos ser dependientes.


El uso de la "música escuchada" -no tocada por nosotros o no vivida en directo-, nos puede llevar a una situación de meditación pasiva, esperando que la música haga el trabajo por nosotros. Por ello, considero mejor generar nuestro propio sonido o experimentar con el que nos rodea, comenzando por escuchar el sonido de nuestro propios oídos, el de nuestro cuerpo, el de los cuerpos que nos rodean e ir poco a poco abriendo la atención.
Si necesitamos escuchar música, es interesante tratar que no corresponda a nuestra cultura musical, que no identifiquemos a ningún estado emocional en concreto.

Desde el punto de vista de la creación, el hecho de crear música puede constituirse en un ejercicio de meditación. Supone un proceso en el que conectas tu lado emocional con el analítico, que tienes asumido y aflora de manera inconsciente, pero sobre todo, se da al interpretar música en directo, improvisar, tocar en grupo, etc. Son momentos en los que estás conectado directamente con tu lado emocional, muy atento a lo que está sonando y dejandote llevar de una manera muy consciente y activa. La atención se externaliza y abandonas en gran medida tu ego y te sientes parte de un todo generador, en este caso de sonido.

En mi caso particular, me encuentro en un estado inicial del trayecto y mis esfuerzos se centran, sobre todo, en acallar el enorme bullicio mental, esos diálogos internos que atormentan y que son completamente improductivos, además de producirme un fatiga mental, estrés y estados físicos de agotamiento.

Para tratar de despejarme, descansar la mente y atender, utilizo una de mis meditaciones preferidas, que consiste en colocarme unos auriculares en los oidos y situar varios micrófonos en la terraza de mi casa, captando así un paisaje sonoro amplificado de la ciudad, escuchando como respira y tratando de capturar e identificar todo lo que escucho. Al final todo ese continuo sonoro atraviesa mi mente, ocupa el lugar de mis pensamientos y acaba pasando de largo, dejando un espacio vacío. Así, de alguna manera, logro una cierta disolución del ego, y consigo ser transparente, completamente permeable y receptivo a todo lo que venga.


A veces me acompaño del piano o algún sintetizador, para acompañar las vibraciones que me rodean y tocando alguna nota tenida (repetida) y pocos acordes durante toda sesión.

En cualquier caso, también soy consciente de que esta especie de transvase de ruido (el interno por el externo) no es sino un paso inicial, una triquiñuela y, como dijo Rai, un protocolo que me ayuda a ponerme en situación. Creo que en el futuro debería ser capaz de lograr dejar de generar esa charla mental sin más."

.D

Analogías relacionadas:
Bach, padre. Evocación de Dios y sacralidad

Beethoven, hijo. Expresión del individuo y la búsqueda

A continuación una hora de paisaje sonoro y sintetizador por lo bajini grabado
desde un tejado de Barcelona durante una sesión.




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